Érase una vez un noviembre, y yo que venía de una hecatombe que me había dejado desorientada (literariamente hablando), y de leerme los libros de Austin Kleon, y de pensar que no sabía muy bien qué hacer para sacar un poco eso de escribir de su rinconcito de siempre y que tuviera más espacio.
Érase una vez un noviembre, y así nació Borrador 284.
Un año después de empezar a escribir aquí cada domingo, puedo decir que mi vida ha cambiado mucho. Desorientada sigo, pero soy consciente también de que este no es el mismo bosque por el que caminaba en 2022. Puesto en perspectiva, todo este año ha sido al mismo tiempo estupendo y horrible, pero aquí seguimos, hablando de escribir en otra mañana de domingo.
Sé que este rincón que tenemos aquí sigue siendo pequeñito, y que podría hacerlo más grande si no les hubiera cogido un poco de pánico a las redes sociales; de todas formas estoy cómoda aquí, me gusta tener este espacio de charla, este espacio en el que una vez a la semana paro y reflexiono sobre qué está pasando y qué pienso y qué siento. Estar aquí dando la chapa me ha ayudado a ser más consciente de mis procesos creativos y a entenderme mejor como escritora, así que mientras os voy contando cosas también me las voy contando a mí misma y evolucionando un poquito y otro poquito.
Supongo que gracias a este espacio, a estar aquí en mi esquina de internet hablando todas las semanas de Taylor Swift y de salvar gatos y de It (2017) me ha ayudado a atreverme a dar pasitos en otras direcciones. Dicen por ahí que el escritor se mueve entre el miedo atroz a ser percibido y el miedo atroz a ser olvidado, y yo creo que deberíamos descarrilar completamente de ese recorrido y simplemente estar y ser y compartir, y bien por quien quiera quedarse a escuchar.
Así que a los que leéis, gracias por estar en esta hoguera conmigo e iluminar un poco este bosque por el que andamos. Seguiremos compartiendo nubes a la brasa y cuentos de miedo (espero) durante otro año más (espero) y con la misma regularidad, si puede ser, aunque no sé si hacer promesas ahora que voy a empezar un nuevo trabajo1 a la vez que el máster, pero mi intención es mantener esto como siempre y seguir salvando gatos y haciendo referencias tontas a Taylor Swift y no dejar de hablar de It (2017).
Por mi parte, poco más que decir en este noviembre lluvioso, ventoso y gris, a saber si el próximo noviembre estaremos en un bosque diferente, o quizá en la playa, o quizá en la jungla más espesa, ¡o quizá en Plutón! Yo solo espero que haga un poco más de sol.
Si te ha gustado este post cortito, suscríbete para verlos más largos y más llenos de fotos tontas de internet cuando no sea una ocasión conmemorativa y especial de cumpleaños.
O comenta este post si normalmente me lees, o si no te gustan las nubes a la brasa, o si estos días de lluvia y viento están siendo una delicia para ti (por qué), o si te apetece.
También puedes compartirlo por ahí para que nos encuentre más gente y se traigan más cosas para el fueguito.
Por lo demás, nos leemos la semana que viene, con manta y té.
Ahora que voy a estar explotada como becaria