Octubre: spooky, spooky season
¿Qué hay más spooky que volver a la universidad y tener que usar la Renfe a diario?
Octubre ha sido una cosa. Todo sea dicho, se vive muy bien siendo ni-ni, y acostumbrarse a un ritmo nuevo siempre cuesta un poquitín. El día 2 empecé el máster de edición el UAM, y estoy contenta porque me está gustando mucho, pero también aún un poco mal equilibrada porque es una rutina muy distinta y un poco irregular y a veces todavía se me olvida que estoy en esto.
Me acostumbraré, supongo (espero). Mientras, el mes se ha pasado a trompicones sin que me diera mucha cuenta de que se pasaba.
Lo bueno y lo mejor es que he conseguido desbloquearme casi seguro que del todo escribiendo los primos. Como ya mencioné hace poco, aquí el truco mágico ha sido la inesperada escaleta. Resulta que si tienes miles de millones de ideas desparramadas sobre la misma historia y no sabes colocarlas, la escaleta no tiene el mismo efecto repelente que cuando la idea está recién nacida. El proceso ha sido como rellenar un álbum de cromos, más o menos, viendo la historia en perspectiva ha sido más fácil decir: esto va aquí y esto aquí.
Así que por fin he avanzado del capítulo 3, aunque en realidad no. Bueno, he avanzado en la trama con respecto a lo que pasaba en el antiguo capítulo 3, pero la reestructura de la historia ha convertido el capítulo 3 en el 1 y medio, o algo así. Ahora mismo estoy en el nuevo capítulo 2, terminando; lo que en la versión anterior hubiera sido el 9, creo. Soy consciente de que la prosa está regular y el ritmo va un poco a trompicones, pero al menos está avanzando y, como escribir es reescribir, ya podré arreglarlo luego.
Con calma.
Además de esto, Ali1 y yo hemos progresado un montón con #SpaceGirls, ahora mismo llevamos 18 capítulos de 22, aunque tengo el 18 pendiente de repasar. Nos encontramos a nada de entrar en el tercer acto de la historia y encaminarnos al final final definitivo, pero ahora mismo estamos en mitad del Todo está perdido más perdido que uno pueda imaginarse. El revés (obra de Ali en este último capítulo) ha sido maravillo y también un poquito un dolor. A ver cómo me las ingenio para remontar desde aquí. Veremos.
Además de que intenté hacer el #TaleTober y salió mal, también he estado escribiendo un relato este mes (a parte del relato de la semana pasada), para una convo que me gusta mucho y en la que tengo un montón de ganas de participar. La verdad que la idea venía reciclada a medias de una cosa que escribí para el segundo curso de relato y que no cuajó porque, obviamente, me pedía más de las mil palabras que teníamos de límite.
Aunque lo estoy disfrutando mucho y el relato me gusta, también ha sido bastante dolor de muelas. O soy yo, que estoy mal acostumbrada a tener mucho tiempo para escribir después de este verano ni-ni y no me termino de acostumbrar a la rutina. La cuestión es que decidí empezarlo a mitad de mes para ir con tiempo a la convocatoria que cierra a principios de noviembre… y todavía no lo tengo terminado del todo.
Claro que no hay tiempo estimado sobre cuánto tarda un relato en salir del cascarón, pero hacía tiempo que ninguno me tardaba tanto en nacer. Le falta un poquito de revisión todavía para poder echar a correr, aun así espero que le vaya bien. Le tengo bastante cariño, aunque sea por todos los días que me ha costado.
Hablando de relatos, ya os comenté que este mes varios de mis relatos han sido seleccionados para cosas, y además uno ha visto la luz. Tenéis por aquí Malasaña; unsolved que salió en el último número de Calíope Fanzine2 y es uno de mis relatos más antiguos. Además, me seleccionaron La bicho para Retazos de ficción y Sabemos qué hacen los lobos para el especial de Halloween de Martes de Terror.
La novedad novedosa es que esta semana anunciaron el fallo de la antología Entre Mitos y Pesadillas, organizada por Arboverso y mi relato Así como tú ha sido seleccionado (¡y destacado!) para ella. Estoy muy, muy contenta con respecto a esta última noticia porque este relato es el que más me gusta de todos los que he escrito este año y estoy muy orgullosa de él. Hablé un poquito del tema por aquí y ya os comentaré más cuando salga, de momento estamos gestionando la antología poco a poco. ¡Mil ganas de tenerla entre las manos!
Este mes, como tardo una hora y media en llegar a la universidad, también he leído bastante y me acabé, por fin, esos dos libros que mentí en junio diciendo que estaba leyendo. Bueno, pues ahora sí. Me he terminado Danse Macabre de Stephen King, que está muy bien porque lo ha escrito Stephen King y sabemos que escribe muy bien, pero no me ha terminado de entusiasmar como recorrido por el género del terror.
Al margen de conceptos muy útiles e ideas brillantes que tiene, se nota mucho que está un pelín caducado. Como sé que me lee (un beso, Stephen) y que no tiene nada mejor que hacer que escribir porque está jubilado, le invito desde aquí a actualizarme su visión, porque creo que las cosas han cambiado mucho en el panorama y me quedo con la duda de saber qué opina al respecto.
De terror a terror, me leí también El exorcismo de mi mejor amiga, de Grady Hendrix, que curiosamente estuvo en Madrid el mismo día que yo me terminé el libro y no me enteré hasta ayer. Bueno, desgracias. Este libro me ha gustado mucho, ¡mucho!, ya había oído hablar muy bien de este autor y creo que tiene una prosa muy interesante y que sabe equilibrar genial el humor y el terror, además de contar una historia muy emotiva y con personajes estupendos. Tal vez me faltó un pelín de profundidad en algunos temas, pero tampoco creo que fuera lo que él buscaba en concreto. Echaré un ojo a sus demás novelas, creo que voy a hacerme fan.
Como nota final, acabo de empezarme Yellowface, de nuestra amiga la Becky Kuang, libro que está de moda por twitter (o x) y que ya os contaré en noviembre, si sobrevivo al máster y a las prácticas y al nanowrimo (que no voy a hacer) y al frío y la lluvia (que odio) y a todo lo demás.
Ah, y fotos del intercambio con Yu de septiembre, que este mes me pilló de sorpresa sin libro así que no ha sido intercambio, todavía.
Salud y Pumpkin Spice Latte para todos.
Esto es todo por hoy, si te ha gustado la foto de la librería Crazy Mary del principio, o quieres darme ánimos escribiendo este relato y los primos, o con el máster y las prácticas, o saludar, pues deja un comentario por aquí.
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¡Nos leemos, no os ahoguéis en el metro si se inunda!
Por cierto, leed el relato de Ali que salió en la revista de Droids&Druids, que es muy guay y va sobre Catuxa, de los dragoncitos.
¿Y lo BONITA que es la portada?